El Real Madrid, bajo la férrea dirección de su presidente Florentino Pérez, ha reactivado su ofensiva contra la UEFA, marcando un nuevo capítulo en la prolongada disputa sobre la creación de la Superliga europea. Este proyecto, concebido como una alternativa a la tradicional Champions League, ha sido una fuente constante de controversia y enfrentamiento entre el club blanco y el máximo organismo del fútbol continental.

La iniciativa de la Superliga busca reestructurar el panorama del fútbol europeo de élite, prometiendo una competición más atractiva y sostenible económicamente para los clubes participantes. Sin embargo, ha encontrado una fuerte resistencia por parte de la UEFA, ligas nacionales y gran parte de la afición, quienes ven en ella una amenaza a la meritocracia deportiva y a la esencia del fútbol tal como se conoce.

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La millonaria demanda de Florentino Pérez contra la UEFA

En un movimiento audaz y sin precedentes, Florentino Pérez ha confirmado la presentación de una demanda multimillonaria contra la UEFA, ascendiendo a cerca de 4.500 millones de euros. Esta acción legal no solo busca la imposición de la Superliga, sino también una compensación por el presunto perjuicio causado, lucro cesante y daño reputacional que, según el Real Madrid, ha sufrido debido a la postura restrictiva de la UEFA.

El presidente madridista argumenta que la UEFA ha mantenido un «régimen de monopolio» durante más de seis décadas, impidiendo la evolución y modernización del fútbol europeo. La demanda se fundamenta en los dictámenes favorables obtenidos por la Superliga ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) y diversas sentencias de los tribunales de Madrid, que han cuestionado la capacidad de la UEFA y la FIFA para prohibir a los clubes y jugadores participar en competiciones alternativas sin antes establecer criterios claros y objetivos.

Pérez enfatizó la importancia de estas victorias legales: «Hemos derribado en tiempo récord un régimen de monopolio de más de 60 años. En 2021, la UEFA se permitía amenazar a los clubes con expulsarles. Cuatro años después llegó la resolución del TJUE y dos sentencias demoledoras de los tribunales de Madrid. Nos dieron la razón en 21 de los 23 puntos y pagaron las costas», afirmó, refutando las afirmaciones de UEFA y LaLiga que minimizan el impacto de estas decisiones judiciales.

Visiones contrapuestas: Superliga vs. Champions League

La Superliga es presentada por el Real Madrid como una necesidad imperiosa para acortar la creciente brecha económica y deportiva entre la Premier League inglesa y el resto de las ligas europeas. Pérez sostiene que, sin una competición que genere mayores ingresos y oportunidades, los clubes de otras naciones corren el riesgo de quedarse atrás de manera insalvable.

A pesar de la inicial retirada de varios clubes fundadores, incluyendo al FC Barcelona en su momento, Pérez insiste en que el proyecto cuenta con el apoyo privado de muchos equipos. «Nadie nos puede sancionar por trabajar por nuestro futuro. La contundencia nos permite reclamar a la UEFA los daños que nos han causado», sentenció, reiterando el objetivo de no solo ganar batallas judiciales, sino de implementar el torneo.

El «palo» a Barcelona y la polémica arbitral

En medio de su discurso sobre la Superliga, Florentino Pérez no dudó en lanzar una crítica directa al FC Barcelona y a su presidente, Joan Laporta, haciendo alusión al «caso Negreira». «No es normal que el Barça haya pagado 8 millones al vicepresidente de los árbitros durante al menos 17 años. Este periodo coincide, casualmente, con los mejores resultados deportivos del Barça en nuestro país», declaró, sugiriendo un conflicto de intereses que ha salpicado la reputación del fútbol español.

Esta declaración añade una capa de tensión a la ya compleja relación entre los dos gigantes del fútbol español, que, aunque en ocasiones han compartido intereses como la Superliga, mantienen una rivalidad histórica que trasciende el terreno de juego.

Fútbol gratuito para todos: una propuesta revolucionaria

Una de las propuestas más llamativas de Florentino Pérez es la de ofrecer fútbol abierto y gratuito para el público. «Nosotros queremos una competición con una gobernanza transparente y moderna, que sea atractiva. Y, sobre todo, la implantación de la televisión gratuita de fútbol», afirmó. Como ejemplo, mencionó el Mundial de Clubes, donde la FIFA permitió a niños de África ver los partidos de forma gratuita, gracias a iniciativas como «Unify».

Pérez criticó la aparente resistencia de la UEFA a esta idea, insinuando que la demora se debe a intereses económicos: «Solo se me ocurre un motivo para que la UEFA no lo haga, porque retrasarlo un año es un año más de sueldos millonarios para ellos. Como el caso del presidente de LaLiga, con sueldo mayor que su homónimo de la Premier, aunque genere mucho menos», puntualizó, dejando claro que su visión para el fútbol futuro incluye una accesibilidad mucho mayor para los aficionados.

La disputa entre el Real Madrid y la UEFA se encamina hacia un nuevo y decisivo enfrentamiento en los tribunales. La Superliga, lejos de ser un proyecto abandonado, resurge con una renovada fuerza legal y una visión audaz que busca no solo redefinir la competición de élite, sino también democratizar el acceso al fútbol para millones de personas en todo el mundo. El desenlace de esta batalla legal y mediática determinará el futuro de las competiciones europeas y, posiblemente, la estructura misma del fútbol moderno.

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