El gobierno venezolano, a través de su presidente Nicolás Maduro, anunció un despliegue significativo de 15.000 efectivos militares y policiales en la frontera con Colombia. Esta operación, que abarca desde el estado Táchira hasta La Guajira, forma parte de una estrategia integral para combatir el narcotráfico, las economías ilegales y la presencia de grupos armados en la región del Catatumbo, considerada un punto crítico para el tráfico de drogas.

Maduro enfatizó la preparación y equipamiento de los efectivos desplegados, asegurando que están listos para reforzar la zona binacional. Además, confirmó conversaciones previas con el ministro de Defensa colombiano, Pedro Sánchez, y anunció futuras videoconferencias y reuniones bilaterales entre altos mandos militares y policiales de ambos países para coordinar operaciones contra el narcotráfico y grupos ilegales.

El presidente venezolano reiteró el compromiso de su gobierno con la seguridad territorial, enfatizando la soberanía nacional y la responsabilidad de proteger las fronteras. Si bien reconoció que aproximadamente el 5% de la cocaína producida en Colombia intenta cruzar la frontera venezolana, aseguró que Venezuela no produce cocaína ni cultiva hoja de coca, destacando la incautación de más de 52 toneladas de droga en lo que va del año.

Maduro cuestionó la efectividad del Plan Colombia y la presencia de bases militares estadounidenses en territorio colombiano, argumentando que, en lugar de disminuir, la producción de cocaína se ha incrementado en las zonas aledañas a dichas instalaciones. El despliegue militar, según Maduro, busca «blindar la frontera» y proteger a las comunidades venezolanas, ante la compleja situación de la región fronteriza, caracterizada por la presencia de grupos armados ilegales, rutas de narcotráfico y actividades mineras ilícitas.

El anuncio representa un claro mensaje de la disposición del gobierno venezolano a fortalecer la presencia militar en la zona binacional y a colaborar con Colombia para frenar el flujo de drogas hacia el Caribe, Centroamérica y Estados Unidos. La compleja situación de la región, según el gobierno venezolano, justifica este importante despliegue de fuerzas de seguridad.

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