–Producto, no de un gesto humanitario o presión de la fuerza pública, sino de una negociación y el pago de millonario rescate, se produjo la liberación del niño Lyan, admitió la familia. «Al ver la poca eficiencia de la autoridad, y ante toda la zozobra que sentíamos de que al niño le pudieran hacer algo, nos vimos obligados a pagar un rescate», afirmó Sebastián Bonilla, tío del niño, en declaraciones a la FM.

Sin embargo, el familiar del menor se abstuvo de revelar el monto del dinero cancelado a la banda criminal que tuvo cautivo al niño, amarrado y en pésimas condiciones, durante 18 días.

Solo advirtió que el pago del rescate dejó a su familia endeudada, pero subrayó: «En ese momento lo único que primaba era la vida del niño».

Reveló que una prima fue quien negoció directamente con los secuestradores, e hizo énfasis en que no fue un operativo de inteligencia lo que permitió la liberación del niño.

Además, aseguró que personas del Estado les recomendaron que lo mejor era negociar con los captores, dada la falta de avances en la investigación. “Escuchamos muchas voces importantes del Estado que nos dijeron que negociáramos por tema económico. No nos ofrecieron más soluciones que esa”, afirmó.

Además, denunció que durante los días del secuestro no recibieron acompañamiento ni respaldo por parte del presidente Gustavo Petro, quien, según él, solo se pronunció con un trino «cuando ya el niño había sido liberado».

“Nunca se comunicó con mi hermana, no tuvo un gesto de solidaridad. Eso nos dejó muy decepcionados”, expresó Sebasián Bonilla la FM.

También afirmó que en el momento del secuestro a la residencia de la familia no llegó ninguna autoridad a brindar ayuda inmediata. “Yo hice un video a las 8:30 de la noche, dos horas después del secuestro, y no había llegado ni Ejército ni Policía. Tuvimos que rescatarnos nosotros mismos”, precisó.

Por su parte, la familia en un comunicado, señaló que durante el tiempo que Lyan estuvo en cautiverio, «no ofrecimos entrevistas ni declaraciones públicas» por exigencia de los secuestradores. «Esta decisión fue tomada tras recibir un mensaje claro por parte de los captores: ‘Mantenerse alejados de los medios de comunicación’. Por encima de todo, como padres de Lyan, priorizamos su seguridad y atendimos esta advertencia con el único propósito de proteger su vida», precisaron en el escrito.