El Consejo de Estado estableció la responsabilidad solidaria del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), el Consorcio Alianza Suba Tramo II y el Consorcio Interventoría Suba II por la fatalidad ocurrida el 28 de abril de 2004. Un accidente durante el traslado de maquinaria pesada, perteneciente a una obra pública, provocó la pérdida de la vida de 21 estudiantes del Colegio Agustiniano Norte y la destrucción del autobús escolar en el que se desplazaban.

La decisión judicial se basó en la determinación de que el Consorcio Alianza Suba Tramo II transportó una máquina recicladora de asfalto de forma autopropulsada, infringiendo el Código Nacional de Tránsito Terrestre y los anexos E y F del contrato de concesión de obra pública N° 146 de 2003, firmado con el IDU.

Simultáneamente, el Consorcio Interventoría Suba II incumplió su deber de supervisión del contrato de obra, específicamente las obligaciones estipuladas en la cláusula 5, numeral 5.2, literal b), y la cláusula 14, numeral 14.2, literal b), del contrato de interventoría N° 190 de 2003.

Finalmente, el IDU no ejerció la debida vigilancia y control sobre las acciones del Consorcio Alianza Suba Tramo II y el Consorcio Interventoría Suba II, en relación con el manejo ambiental, la gestión social y la manipulación de maquinaria y vehículos de obra. Esta falta de supervisión representa una omisión en la prevención de riesgos asociados al transporte de maquinaria pesada.

Con este fallo, el Consejo de Estado confirmó la sentencia del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, que declaraba la responsabilidad administrativa de las entidades demandadas por el accidente ocurrido durante la ejecución de las obras de la fase II del sistema TransMilenio.

La Subsección C de la Sección Tercera condenó a las entidades a indemnizar los daños emergentes por la destrucción del autobús escolar y los daños consecuentes por la pérdida de ingresos correspondientes a las mensualidades escolares de los 21 alumnos fallecidos, hasta el fin del año lectivo 2004.

La tragedia, acaecida a las 3:15 de la tarde del 28 de abril de 2004 en la avenida Suba con calle 138 (sector conocido como Vidrio Murán o Alto de la Virgen), involucró una retroexcavadora de aproximadamente 50 toneladas que, transportada en un vehículo, se desprendió de sus amarras y cayó sobre el autobús escolar que transitaba en sentido contrario. La pronunciada curva y la diferencia de altura de la vía (al menos 10 metros) agravaron la situación, resultando en la muerte de 21 niños y 2 adultos, además de 24 menores heridos.

El accidente, atribuido a errores en el procedimiento de traslado de la retroexcavadora, dio lugar al nombre de la estación de TransMilenio «21 Ángeles» en memoria de las víctimas.

En 2007, se inauguró en el lugar del suceso el monumento «Ángeles Agustinianos», una obra escultórica del maestro Julio Páez Ferro que conmemora la memoria de los fallecidos y el dolor de sus familias.

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