Las autoridades de Minneapolis confirmaron la trágica pérdida de dos niños, de ocho y diez años, y las heridas de otras 17 personas, 14 de ellas menores, tras un tiroteo ocurrido en una escuela católica de la ciudad. El jefe de policía, Brian O’Hara, detalló en una conferencia de prensa que los menores fallecidos fueron encontrados sin vida en sus pupitres, y que sus padres ya han sido notificados. Dos de los niños heridos se encuentran en estado crítico.

El incidente tuvo lugar alrededor de las 8:30 a.m. hora local en la iglesia católica romana de la Anunciación. Según el jefe O’Hara, un hombre armado, ubicado en el exterior del edificio, disparó un rifle a través de las ventanas, alcanzando a los niños durante una misa que formaba parte del inicio del curso escolar. El agresor, quien portaba un rifle, una escopeta y una pistola —las tres armas presuntamente utilizadas durante el ataque— fue encontrado sin vida en el estacionamiento de la escuela, aparentemente por suicidio. Se estima que se realizaron docenas de disparos, aunque la cifra exacta aún está siendo investigada.

El jefe O’Hara describió el acto como un hecho de violencia deliberada y cruel, expresando el profundo dolor de la comunidad y ofreciendo su apoyo en el proceso de sanación. La Casa Blanca anunció que la bandera de Estados Unidos ondeará a media asta en todos los edificios públicos y terrenos militares hasta el 31 de agosto en señal de duelo. El presidente Trump contactó al gobernador de Minnesota, Tim Walz, y ambos expresaron sus condolencias a través de redes sociales, manifestando su seguimiento a la situación.

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