Tras un periodo de inactividad superior a un año, el proyecto de ampliación de la Autopista Norte en Bogotá ha experimentado un significativo avance. El 4 de agosto de 2025, Ruta Bogotá Norte S.A.S., la concesionaria responsable, presentó a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) un nuevo Estudio de Impacto Ambiental, requisito fundamental para la reactivación del proceso de licenciamiento.
Cabe recordar que en enero de 2024, el trámite se suspendió debido a deficiencias técnicas en la documentación inicial. El Distrito, sin embargo, afirma que el estudio actualizado integra las correcciones solicitadas por el Ministerio de Ambiente y se ajusta a lo establecido en el Plan de Ordenamiento Territorial.
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Próximos pasos para la obtención de la licencia
Según el secretario general de la Alcaldía, Miguel Silva Moyano, la presentación del estudio permite la reanudación del proceso de evaluación de la licencia ambiental. No obstante, antes de que la ANLA emita su decisión, se requiere la realización de una audiencia pública con la participación de la comunidad.
Es importante destacar que en mayo se otorgó una prórroga de 60 días hábiles para subsanar las inconsistencias. Este plazo permitió incorporar información técnica adicional y modificar el plan de manejo ambiental. De obtener una evaluación favorable, la autorización podría emitirse en diciembre de 2025, dando inicio a las obras a finales de ese año o principios de 2026.
Detalles del proyecto
Denominado Accesos Norte Fase II, el proyecto contempla la ampliación de la Autopista Norte entre las calles 191 y 245, abarcando 5,8 kilómetros. La iniciativa incluye la duplicación de carriles, la construcción de andenes y ciclorrutas, y la creación de un carril exclusivo para TransMilenio. Además, se implementarán pasos de fauna subterráneos y se adecuarán zonas verdes para mitigar el impacto ambiental.
Con una inversión de 1,8 billones de pesos, el alcance total del proyecto abarca 17,9 kilómetros. Esto incluye la ampliación de la carrera Séptima entre las calles 202 y 245 (de seis a doce carriles) y un tramo perimetral de más de siete kilómetros en Sopó.
Movilidad y planificación por fases
Para asegurar la seguridad de peatones, el proyecto incorpora pasos peatonales elevados y a nivel. Asimismo, se utilizarán estructuras de concreto tipo box culvert para mantener el flujo de agua y el paso de la fauna silvestre.
La ejecución de la obra se realizará por fases para minimizar las interrupciones del tráfico, aunque se prevén restricciones. Se estima que el proyecto se extenderá por varios años, con el objetivo de mejorar la movilidad regional, integrar el transporte público y fortalecer la infraestructura para ciclistas y peatones.
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